2-1 para el Bayern de Guardiola en el Allianz y quinta derrota consecutiva del Borussia en Bundesliga. Ésto resume lo que es el equipo de Klopp hoy por hoy. Bueno, ésto y sus 3 victorias en 3 partidos en la Champions. Curiosa bipolaridad que les deja como un equipo fiable y con gol en Europa pero que actualmente ocupa posiciones de promoción de descenso en Bundesliga.
Dominio de los de Dormund durante toda la primera parte y el primer periodo de la segunda en el Clásico alemán de ayer. Llegaban con muchas dudas y la necesidad de sumar 3 puntos de una vez y comenzar a escalar puestos en la tabla. Enfrente el todo poderoso Bayern de Múnich. Lo cierto es que Reus y compañía arrancaron bien, haciendo daño a la contra y aprovechando su velocidad. Guardiola no sabía como meterle mano a un equipo que ya le ganó en la Supercopa en pretemporada y que nunca se le ha dado especialmente bien, pero la entrada de Ribéry y el desequilibrio que aportó un inspirado Robben acabó inclinando la balanza hacia el lado de los favoritos, dejando al Borussia en el antepenúltimo puesto de la clasificación.
Las 3 victorias en Champions no sirven. El equipo no ha jugado bien hasta ahora, no ha dominado y solo ha hecho daño al espacio. La vuelta de Reus tras su lesión podía hacer llamar al optimismo, pero solo Aubameyang ha estado a su altura en puestos de ataque y el equipo lo está notando. No defienden bien, Hummels y Subotic no forman aquella pareja que llegó a anular a Cristiano y Benzemá, y para colmo, ahora Sokratis también falla después de una digna pasada campaña. La filosofía de dar continuas oportunidades a jóvenes no funciona y los fichajes más destacados de este año (Immobile, Ramos) han marcado pero no acaban de cuajar. Nada sale bien en un equipo que ha ganado todos sus partidos en la máxima competición europea gracias a la pegada y a la solidez en el centro del campo y en la defensa que le permitieron pasar por encima de todo un Arsenal pero que no se están plasmando en sus encuentros en Alemania.
Quizás ha llegado el momento de cambiar ese estilo excesivamente directo en demasiadas ocasiones y de dar paso a la combinación, a tratar mejor el balón. Con hombres como Kagawa, Jojic o Gundogan es posible alternar ese ataque peligroso al espacio que Reus te permite tener con un juego más pausado que evitaría los muchos errores
infantiles que están condenando a un Borussia capaz de estar mucho más arriba.
infantiles que están condenando a un Borussia capaz de estar mucho más arriba.